La Quiropraxia mejora la calidad de vida
Hace muchos años, cuando vivía en Madrid, padecí un gran dolor en los lumbares. El dolor era tan fuerte que no lograba levantarme de la cama, lloraba por la noche y no podía caminar…Lo intenté todo: antiinflamatorios, inyectables, corticoides. Sólo hacían que el dolor se disipara por unos minutos, a veces una hora, y luego volvía poderosamente.
En mi búsqueda, encontré información en Internet acerca de la Quiropraxia. Fui a una primera sesión en un taxi, sufriendo por las molestias. No podía ni tan sólo sentarme en una silla. El quiropráctico me inspiró confianza desde el primer momento. Y la Quiropraxia me ayudó con mi problema hasta sentirme perfecto. ¿El secreto? Permitir que mi organismo encontrara su equilibrio, su armonía, su funcionamiento correcto, sin el placebo de los medicamentos que sólo ocultan los síntomas y no atacan la causa y la raíz del problema.

En uno de mis regresos temporales a Córdoba, conocí al Lic. Christian Drueta, desde entonces y para siempre, Christian. En ese momento, tenía su consultorio junto con Tomás Munío, otro colega, en un piso medio de la célebre Torre Ángela, de calle 27 de abril, en el centro de Córdoba, y hoy son parte del equipo de Punto Quiropractico.
Siempre charlamos y tuvimos algo en común, además de ser hinchas de River.
Desde entonces, fui a su consultorio periódicamente. Y lo ví crecer, hasta admirarlo convertido en uno de los referentes de esta disciplina en Argentina; un profesional estudioso, dedicado, curioso, inquieto y responsable.
Hoy, me considero una de sus pacientes históricas. Algo así como miembro fundadora de “Punto Quiropráctico”. Y ya no voy al consultorio por dolores físicos, también lo hago para equilibrar mi energía, canalizar mis ansiedades, mejorar la postura, cuidar mi cuerpo, calmar mi mente. En definitiva, para mejorar mi calidad de vida. Porque la Quiropraxia influye profundamente en todos los aspectos vitales de nuestro día a día.
Confianza y tranquilidad
Christian, mi quiropráctico, mi amigo, y quien me transmite tranquilidad. Quien siempre tiene una palabra de aliento, una visión positiva, un comentario optimista, una sonrisa. Quien ha sido clave en mi recuperación de una crisis personal que me atravesó hace poco tiempo y que hoy me encuentra por fin plena y completa nuevamente.
Y es que ser un profesional de la Quiropraxia, implica también ser una persona comprometida con sus pacientes y una referencia que indica que somos cuerpo y mente; corazón e inteligencia; pensamiento y acción.
Patricia Bacchetti
Periodista
Paciente de “Punto Quiropráctico”.
Impecable reseña de una historia que de algún modo cercano he visto trascender y puedo dar fe de cada palabra de Patricia…. Una persona integra, apasionada, inteligente y creativa que nunca ha dejado de reconocer y agradecer a cada una de las personas que han ayudado a que su cuerpo y mente hoy estén en un equilibrio pleno y llena de vida. He conocido al Dr. Drueta y, a pesar de que Patricia es -además- una persona en extremo generosa, creo que su descripción es por demás justa y precisa respecto a las virtudes profesionales del Dr. Drueta.