Radiografías: ¿ Porqué las necesitamos ?
La historia de la Quiropraxia y de las radiografías lleva más de un siglo de comunión; fueron incluidas dentro de la práctica quiropraxia apenas en sus comienzos, ambas nacieron el mismo año (1895).
El físico alemán Wilhelm Conrad Röntgen descubrió los rayos X en 1895, mientras experimentaba. Los llamó «rayos incógnita», o «rayos X» porque no sabía con certeza que eran, solo que eran generados por los rayos catódicos al chocar contra ciertos materiales. Pese a los descubrimientos posteriores sobre la naturaleza del fenómeno, se decidió que conservaran ese nombre.
Las placas radiográficas fueron incluidas en la quiropraxia en el año 1910 por B.J. Palmer, siendo el primer equipo de rayos X importando a los Estados Unidos e instalado en el Palmer College of Chiropractic.

Cuando un quiropráctico solicita una radiografía lo hace con el legado de 100 años de estudios e investigaciones que esta profesión hizo en el análisis de los films radiográficos.
Lo hace con una finalidad y con un objetivo específico : encontrar uno de los componentes de la subluxación vertebral ( el desalineamiento ).
El paciente que visita por primera vez a un quiropráctico lo puede hacer por 2 razones, o porque tiene un problema que atenta contra su estado de bienestar y por lo tanto busca una solución, (en este grupo debemos incluir, lamentablemente, a más del 90% de los pacientes y más lamentable aun, son los que visitan al quiropráctico como último recurso) o porque deciden revisar su columna en busca de interferencias que atente contra su salud.
El objetivo del quiropráctico es encontrar la interferencia (subluxación) y eliminarla, para ello cuenta con herramientas (visualización, palpación estática, palpación dinámica, termografía y radiografías) que le permiten detectarla y luego necesita de su arte para poder corregirla a través del ajuste quiropráctico.
Una vértebra subluxada podríamos decir que debe presentar 3 aspectos:
deber estar hipomóvil (con una movilidad reducida en relación a las vértebras vecinas), presentar un desalineamiento y debe existir una interferencia (estar presionando un nervio).
Las radiografías nos permiten establecer visualmente y corroborar cual es la vértebra desalineada, para donde se movió y como debo poder ajustarla. Con las placas podemos determinar el listado o listing, es decir, la dirección hacia donde se desalineo la vértebra. Pero debe quedar muy en claro que la vértebra subluxada está en el paciente y no en la placa y que toda vertebra desalineada no necesariamente esta subluxada, Por tal motivo es necesario primero valorar con todas las demás herramientas al paciente y en último lugar uno debe sustentar sus hallazgos con la evidencia visual que ofrece la radiografía.
Además el estudio radiográfico ( espinografías ) nos permite analizar otros aspectos clínicos que si bien exceden a la práctica de un quiropráctico deben ser reconocidos para poder enriquecer la historia clínica del paciente, para encontrar zonas con mal formaciones que hagan modificar nuestro punto de contacto y en el caso de encontrar hallazgos que indiquen la derivación hacia otro profesional o una interconsulta, poder realizarlo de una manera objetiva, profesional y específica.